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Presupuesto

La elaboración del presupuesto público es un ejercicio político que con frecuencia se presenta como si fuera una cuestión técnica.

El peso económico del Estado es muy elevado en prácticamente todos los países como para pensar que su presupuesto es una cosa menor, de él depende la dirección de la economía y por lo tanto de lo social y político. Mal manejado el presupuesto un gobierno puede convertirse en una serpiente que se devora a sí misma, lo contrario puede implicar crecimiento y justicia social.

El Estado administra educación, sanidad, seguridad, infraestructura y se convierte en un gran empleador al crear administraciones gigantescas para manejar esas tareas. En Estados Unidos el sector público tiene 20.2 millones de empleados que representan el 14.5% de todos los empleados, en México son casi cinco millones de empleados, en España son casi 2.6 millones.

El sector estatal de la economía es muy complejo. Se compone de gasto corriente, que normalmente se refiere a sueldos, salarios y costos de administración, y tiene un fuerte impacto en el mercado; los que cobran un salario son consumidores, mientras que el gobierno es consumidor de bienes y servicios lo que impacta la producción. Hay gasto de inversión que implica proyectos específicos, como construir una carretera o una refinería, y aquí se cumple la dicotomía de generar consumo en dos direcciones.

El otro componente clave consiste en la forma como se financia el gobierno; lo hace cobrando impuestos, multas, o venta de servicios, pero cuando no le alcanza, lo que es muy frecuente, pide prestado.

La deuda es solución y problema, complementa la recaudación y se convierte en una carga financiera que a veces no se traslada generacionalmente creando presiones de corto plazo; veamos 3 ejemplos: la deuda de Estados Unidos es de 26,505,315,299,968 de dólares (y creciendo sin parar) y se calcula que superará en breve el valor de toda la economía; la deuda pública de México alcanza 12 billones 239.8 pesos que rebasa el 45% del PIB. En España alcanza 1,289,905 millones de euros que equivalen al 110% del PIB.

La deuda crea un impacto/carga financiero fundamental porque se convierte en un factor económico que altera el mercado del dinero, distrayendo recursos que dejan de invertirse en la economía. Una parte central de la deuda es su servicio, o sea que los gobiernos piden prestado para pagar los intereses de lo que deben, y escarban un hoyo, que muchos piensan terminará por tragarse muchas cosas, porque las cantidades iniciales, al no pagarse y capitalizarse los intereses, se han inflado monstruosamente. Para ser atractivo como centro de inversión el gobierno manipula tasas de interés que terminan afectando el mercado crediticio y golpean al consumidor que compra una casa, un coche o contrata crédito de corto o largo plazo.

La dirección del gasto y la inversión pública llegan a influir excesivamente sobre la estructura económica y las posibilidades de éxito de alguna rama de la economía, la excepción es la financiera, dado a que ya vimos el peso que tiene en el financiamiento público, esto explica entre otras cosas la influencia excesiva de la oligarquía financiera y su capacidad para desestabilizar a los países, como por ejemplo aquel financiero que apostaba a las corridas contra las monedas desquiciando economías locales. Parte de la distorsión se muestra en la fortuna de los cuatro banqueros más ricos –cifras en dólares-: Jorge Paulo Lemann (30,800 millones), Petr Kellner (14,200 millones), Nathaniel Rothschild ($5,000 millones), Ihor Kolomoyskyi (1,470 millones), mientras muchos de sus empleados no pueden comprar una casa. Cuando los gobiernos tienen problemas financieros llegan los banqueros al “salvamento” con comisiones y ganancias enormes. Alguien decía que el capital no tiene nacionalidad, ni decencia, ni solidaridad, los banqueros buscan arrodillar al mundo mientras logran fortunas de fantasía.

Social y políticamente encontramos una pugna por la dirección de los fondos, la gente del campo quiere apoyos, los pescadores quieren subsidios y se ha hecho común que se le exija al Estado que sostenga a empresas y empresarios, inclusive por medio del endeudamiento. La industria aeronáutica de Estados Unidos le pide al Estado que le siga ayudando con el pago de salarios mientras que el CEO de United ganó $12,643,005, el de American ganó 12 millones, cifra que representa 195 times el pago medio de los empleados de las aerolíneas, las ayudas sirven para engrosar fortunas que se manejan para influir políticamente poniendo presidentes, gobernadores y legisladores.

Las grandes fortunas se hacen comúnmente gracias al Estado, pero el Estado es incapaz de marcarle rumbo y/o responsabilidad social, esta es una tarea pendiente en el mundo, hay que distribuir las oportunidades y redirigir las enormes fortunas al servicio de la sociedad.

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