Última Instancia
Uno de los temas de más actualidad y que ha estado recientemente en la palestra de la opinión pública en materia política, es la resolución de 10 gobernadores de diversos partidos, PAN, PRI, PRD y MC, de revelarse en lo que se le denomina como el “Pacto Fiscal”, inclusive algunos trasnochados lo han interpretado como que las entidades a las que pertenecen los “gobernadores rebeldes”, se quieren salir del Pacto Federal, cosa que claramente no autoriza nuestra constitución.
Pero lo que sí es posible hacer, y a poca gente o articulistas he oído opinar, es salirse del “convenio de coordinación fiscal”. Me explico, desde 1978, en la presidencia de José López Portillo, se estableció lo que se conoce como el Sistema de Coordinación Fiscal (oficialmente denominado como “sistema fiscal de la Federación con las entidades federativas, así como con los municipios y demarcaciones territoriales), a través de la Ley de Coordinación Fiscal, con los siguientes propósitos, conforme al artículo 1º de la citada ley:
· “para establecer la participación que corresponda a sus haciendas públicas en los ingresos federales;
· distribuir entre ellos dichas participaciones;
· fijar reglas de colaboración administrativa entre las diversas autoridades fiscales;
· constituir los organismos en materia de coordinación fiscal y dar las bases de su organización y funcionamiento.”
Claramente, esta ley que fue legislada en la época del más grande autoritarismo existente en México, cuando gobernaba el PRI en todo el país y la oposición era meramente de membrete (recordemos que López Portillo fue el único candidato registrado a la presidencia
de la república, por lo que obtuvo el 100% de los votos), por lo que fue creada para reglamentar el artículo 73 de la Constitución Federal, que trata sobre las facultades del Congreso de la Unión, y en particular su fracción XXIX, que establece las facultades exclusivas del Congreso de la Unión para establecer impuestos sobre ciertos conceptos, como comercio exterior, instituciones de crédito, recursos naturales, energía eléctrica, etc. Estableciendo dicho artículo en su último párrafo que: “Las entidades federativas participarán en el rendimiento de estas contribuciones especiales, en la proporción que la ley secundaria federal determine. Las legislaturas locales fijarán el porcentaje correspondiente a los Municipios, en sus ingresos por concepto del impuesto sobre energía eléctrica.”
Por lo anterior, los impuestos que no se señalan expresamente en la antes mencionada disposición, pueden ser establecidos por la entidades federativas. Los ejemplos más importantes son el Impuesto Sobre la Renta y el IVA, quizás el IEPS.
Lo interesante del asunto, es que la propia Ley de Coordinación Fiscal en su artículo 10, expresamente autoriza a las entidades federativas a salirse de lo que se conoce como el Convenio de Coordinación Fiscal, con autorización de sus propias legislaturas, en cuyo caso, los estados que se salieran del mismo, aunque ya no recibirían participaciones de la federación, salvo los impuestos especiales que dicta la Constitución (como los de gasolinas, cervezas, electricidad, etc.) mismos que la federación tiene la obligación de participar a las entidades, conforme al último párrafo antes citado.
Por lo anterior, los estados rebeldes por ley tienen el derecho de autonomía absoluta en la generación y distribución de recursos fiscales. Con ello se promovería la inversión y empleo pleno en dichos estados, así como su desarrollo económico, otorgando garantías de estabilidad jurídica y un sistema tributario justo, sencillo y eficiente, en donde se incluyera a los que generan ingresos, incluyendo a los informales, así como a las empresas como contribuyentes, liberándose dichos estados del yugo federal en los impuestos.
Esta situación da la oportunidad a esos estados a tener legalmente sus ingresos propios, sin tener que participarle nada a la federación. Claro está que se corren el riesgo de no recibir de la federación las participaciones de los impuestos especiales enunciados, pero bien pueden recibir mucho más de lo que ahora les participa y apoya la federación.