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2023: De arrastre y expectativas

León Bendesky

El arrastre de la pandemia de covid-19 se sostendrá en este año. El virus ha mutado y tiene efectos que aparecen como menos nocivos, pero con alto grado de contagio. La reversión de la política del gobierno chino de cero covid impuesta durante largo tiempo con medidas de confinamiento muy severas y que provocaron un fuerte descontento social, hacia una apertura total, ha extendido rápidamente los contagios internos y pueden desbordarse a otros países. Las cadenas de abasto de distintos componentes de la producción generaron distorsiones muy costosas en varios sectores y aún no se han restablecido por completo. Eso ocurre en la industria automotriz, las computadoras y otros artefactos. Esto ha impulsado la relocalización de diversas industrias, entre ellas la de los circuitos electrónicos: los microchips. La guerra en Europa cumple ya más de 10 meses. No hay signos de que termine, el enfrascamiento continúa con mayor despliegue de tropas y armamento. No puede predecirse el desenvolvimiento del conflicto y sus consecuencias políticas. Pero el costo humanitario sigue creciendo. El alza de los precios de los alimentos provocado en una primera etapa por el alza de precio del petróleo y la guerra en Ucrania ha ido cediendo, pero no se estabilizan y la inflación es aún elevada. La inflación fue el epicentro del proceso económico en 2022. El crecimiento de los precios fue ostensible y su impacto fue de índole global. A finales de 2019, el presidente del Banco de la Reserva Federa de Nueva York sostuvo que la baja inflación era el problema de esta era. Un par de años después en todas partes el agobio inflacionario era el fenómeno predominante. Así de cambiante ha sido el escenario económico tras la larga etapa de tasas de interés cero que predominó desde 2010 hasta 2022; un periodo muy largo y de gran significado en la gestión monetaria y fiscal. La reversión de la contención del precio del crédito desata la expectativa de una recesión que algunos estiman profunda. La alta inflación ha tendido a ceder por ahora, pero no así el proceso de crecimiento de los precios. No deben perderse de vista las repercusiones fiscales derivadas de ese mismo proceso. Los ajustes que esto produce son de muy variada índole. Un sector castigado en Estados Unidos es, por ejemplo, el de los bienes raíces, en cambio, la gasolina y el gas han bajado de precio. Las tasas de interés han ido para arriba impulsadas por la política de la Fed y aunque el proceso podría ralentizarse seguirá teniendo un efecto adverso en el nivel de la actividad económica. La inflación impacta en el bienestar y ten condiciones de la desigualdad social. La recesión productiva se ha planteado como la consecuencia del ajuste requerido para enfriar la economía. No obstante, el mercado de trabajo en Estados Unidos se comporta de modo positivo y las remuneraciones no parecen ser causa de la inflación. No hay por ahora un consenso acerca de las consecuencias en términos de lo que se llama como aterrizaje suave o duro, el debate persiste entre los especialistas. Este es un factor de relevancia para México, especialmente en el sector exportador que es el más dinámico. A finales del año pasado se suscitó un debate en el que se planteó a la inflación como derivada de un conflicto distributivo. En esencia se sostiene que los bancos centrales pueden incidir en la determinación de las tasas de interés y en la cantidad de dinero en la economía. Sin embargo, es la reacción de las empresas, los trabajadores el gobierno la que determina finalmente cómo se reparte el costo de la inflación. Las ganancias y las pérdidas relativas se derivan del poder de mercado y de negociación de las partes. La cuestión de este conflicto inherente a la distribución del producto (o del ingreso) se había señalado ya en la segunda década del siglo 19 y es interesante cómo se rescata ahora incluso desde la misma ortodoxia económica, en este caso con el planteamiento de Olivier Blanchard. Habrá que ver hasta dónde llega la discusión. El caso actual de las huelgas en Gran Bretaña y la gestión fiscal del gobierno conservador de Rishi Sunak es una expresión fehaciente de este fenómeno. La gestión de las finanzas públicas (asignación y magnitud de los recursos) tiene un significado central en las condiciones de los diversos grupos de la población, como sucede con el personal del sector de la salud en aquel país. En el caso del comercio exterior, tiende a decirse que está en curso un proceso de desglobalización, pero las evidencias indican que las corrientes de intercambio se reorganizan y provocan un efecto geopolítico relevante y en el que México participa de modo prominente, aunque conflictivo con Estados Unidos y Canadá en un escenario que hoy es distinto y exige de nuevas definiciones. (Entre otros, puede leerse sobre este asunto en https://on.wsj.com/3ikmFtg). India está compitiendo ferozmente por la relocalización industrial que está curso. Desde 2021, la participación de las importaciones manufactureras de Estados Unidos provenientes de China ha disminuido al nivel de 2007, en tanto que las de México muestran un aumento. Este es un aspecto de la relevancia que tiene el tratado comercial de América del Norte y de las discrepancias que enmarcan la agenda de la cumbre en la Ciudad de México. El presidente López Obrador se juega una carta muy relevante para el país; tal vez la última de su administración. Habrá de leer muy bien las señales que, por otro lado, serán muy directas. El reordenamiento en curso va mucho más allá de las cuestiones productivas y financieras: migración y narcotráfico, entre ellas. Pronto veremos que pasa.

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