A LA MEMORIA DE CARLOS MANZO
- fermarcs779
- Nov 5
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Enrique Bautista Villegas El 1° de noviembre a las 8:10 de la noche fue asesinado arteramente el Presidente Municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo Rodríguez, tras haber recorrido en compañía de su familia los arreglos conmemorativos del Festival de las Velas, que se celebra cada año en esa ciudad con motivo del Día de Muertos. El atentado en su contra fue un evento que se temía desde que tomó posesión del cargo apenas 14 meses antes, el 1° de septiembre del 2024. Carlos Manzo era un joven político nacido 40 años antes en esa ciudad, cuyo padre, Juan Manzo Ceja, un activista social de la misma ciudad, le imbuyó desde pequeño su preocupación por la justicia y la equidad de su comunidad. Estudió la licenciatura en Ciencias Políticas y Gestión Pública en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Con un grupo de jóvenes amigos empezó a hacer trabajo en favor de su comunidad desde la segunda década de este siglo, buscando mantenerse al margen de los partidos políticos, a pesar de su vocación social, y de la cercanía familiar con el Partido de la Revolución Democrática, del que su hermano Juan se había vuelto militante, A Carlos le gustaban las costumbres de la región y usar sombrero tradicional como los que acostumbran los trabajadores del campo. En 2020 decidió probar suerte con su amigo Carlos Alejandro Bautista Tafolla, y buscar inscribirse ambos como candidatos independientes a posiciones de elección popular. Mientras que Carlos Manzo buscó y logró la candidatura independiente a la Presidencia Municipal, su tocayo “Tafolla”, cómo es mejor conocido, logró su inscripción a candidato a Diputado Federal, también por la vía independiente.
Sin embargo, el aspirante a la Presidencia Municipal por Morena, Ignacio Campos Equíhua, quien se había desempeñado como Diputado Federal durante la LXIV Legislatura, del 29/08/2018 al 31/08/2021, temiendo perder la elección ante la fuerza que proyectaba Carlos Manzo como candidato independiente, lo buscó, ofreciéndole el apoyo de la estructura de Morena, convenciéndolo a que se integrara como candidato a la Diputación Federal por el partido encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Así, Carlos Manzo y su tocayo Tafolla, se convirtieron en contendientes electorales de coyuntura, anteponiendo un convenio de lealtad y respeto mutuo, sellado por su amistad. Para la sorpresa de propios y extraños, la administración de Ignacio Campos Equíhua resultó un fiasco, ya que entregó las direcciones de seguridad pública y tránsito municipales, a personas cercanas a él, pero viciadas de corrupción, que las usaron para hacer alianzas con delincuentes y como conducto para extorsionar a la ciudadanía del Municipio y proteger intereses ilicitos. Mientras eso sucedía, Carlos Manzo aprovechó su posición en el Congreso de la Unión para gestionar apoyos para los ciudadanos más desprotegidos del Municipio a través de la instalación de una casa de gestión, en donde se ofrecían consultas médicas gratuitas y medicamentos a quienes lo necesitaban y no pudieran cubrirlo. Paralelamente, preocupado por la conducta de las policías municipales de seguridad y tránsito, que paulatinamente se fueron transformando en asaltantes con licencia, convocó a sus seguidores a organizar grupos de vigilancia a los “filtros de seguridad” (sic) que instalaban las policías municipales, que eran en realidad filtros de atraco. Cuando llegaron los tiempos para la renovación de los ayuntamientos previo a las elecciones de 2024. Carlos Manzo solicitó a las dirigencias de Morena, y partidos aliados, que lo apoyaran para sustituir al alcalde Campos en la elección de junio de ese año. Sin embargo, lo rechazaron con el argumento de que Campos sería el candidato que les aseguraba la reelección. Ante esa negativa, Carlos Manzo se reunió con el “equipo del sombrero”, que se fortaleció durante esos años, y decidieron que Carlos Manzo se registrara como candidato independiente a la presidencia municipal, su tocayo Tafolla a la Diputación Local por el Distrito 20 de Uruapan. Por el Distrito 14, Conrado Paz Torres, y como candidata a la Diputación Federal, Guadalupe Araceli Mendoza Arias. Con Carlos Manzo a la cabeza como candidato a la Presidencia Municipal, los “candidatos del sombrero” se llevaron carro completo. Carlos Manzo alcanzó un total de 91 mil 528 votos, lo que representó el 66% de las preferencias electorales, cifra que superó la suma de los votos de sus seis oponentes juntos. Carlos Alejandro Bautista Tafolla, en el Distrito 20, alcanzó el 60% de las preferencias electorales con 44 mil 682 votos. En el distrito 14 de Uruapan, Conrado Paz Torres obtuvo 29 mil 632 votos, con un 38 % de aceptación ciudadana, y Guadalupe Araceli Mendoza Arias, en la contienda por el Distrito 9 a la Diputación Federal, obtuvo un total de 57 mil 714 votos y el 34.7% de aprobación. En su toma de posesión como presidente Municipal Carlos Manzo, hizo el compromiso con la ciudadanía de limpiar la casa y sancionar con todo el peso de la Ley las corruptelas que fuera identificando. A los pocos días, reunió a todos los efectivos de las policías municipales de seguridad y tránsito, a quienes leyó la cartilla, señalando que la corrupción y los manejos quedaban erradicados a partir de ese momento, Invitó a que se retiraran de inmediato quienes no estuvieran dispuestos a enderezarse.
Durante los 14 meses que duró su gestión, Carlos Manzo alzó la voz de manera reiterada, Solicitando el apoyo de los niveles de gobierno estatal y federal para enfrentar a los grupos delincuenciales qué han azotado a la ciudadanía de manera sistemática durante muchos años. Sin embargo, su voz no parecía ser escuchada. Manzo entendía que la fuerza pública era una prerrogativa del estado que debía ser utilizada para la defensa de los ciudadanos. Siempre insistía en que no debía ser usada para reprimir, pero en las condiciones en las que vivía su municipio, la autoridad policiaca debía usarla con energía para defender los intereses ciudadanos. Así lo expresó públicamente en muchas ocasiones. El edil uruapense estaba consciente de que su discurso y su actitud intransigente en contra de la delincuencia lo colocaban en un grave riesgo y en peligro inminente ante una eventual respuesta violenta por parte de los grupos delincuenciales. Señalaba que, si su vida estaba en riesgo y se perdía, en defensa de los intereses ciudadanos se daría por bien servido. En reiteradas ocasiones productores agrícolas de aguacate, y propietarios de bosque, demandaron la presencia de las fuerzas federales para detener los delitos de extorsión, y tala clandestina de que sus predios serán objeto. La realidad es que no hubo durante su gestión una respuesta positiva a esas demandas. En ese contexto el alcalde uruapense decidió fortalecer la estructura de seguridad pública municipal, invitando a participar con él, a militares en retiro experimentados, dotando a las policías municipales de equipamiento adecuado, y estimulándolos con mejores salarios, y premios económicos, cuando se destacaran en sus labores de servicio a la ciudadanía. En más de una ocasión, decidió encabezar con las fuerzas de seguridad municipales operativos para detener la tala clandestina, intentar erradicar la extorsión, y neutralizar a grupos delincuenciales de alta peligrosidad. De estos hechos fueron testigos propios y extraños, que paulatinamente fueron reconociendo su liderazgo y valentía. Su conducta decidida, enérgica y honesta, trascendió los límites municipales y estatales, rápidamente lo posicionándolo en tan solo unos meses como una figura nacional. Desafortunadamente, las amenazas en contra de la vida de este valiente hombre, se hicieron efectivas en la celebración festiva organizada en el municipio para recordar a los muertos. Que en paz descanse Carlos Manzo Rodríguez, y que su sacrificio constituya un contundente parteaguas para que Michoacán y México, recuperen la paz social y la senda hacia el desarrollo armónico y compartido.






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