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Arbitro pillo

Diego Martín Velázquez Caballero

La crisis de la democracia vía elecciones competitivas se refleja en la contradicción de la iniciativa de reforma política que propone MORENA y la narrativa que defiende la prolongada transición votada que ha capitaneado el IFE-INE. Durante la Semana de la Ciencia Política organizada por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la BUAP, la conferencia magistral del Doctor Leonardo Valdez giró en torno a refrendar las virtudes de la capacidad organizativa del Árbitro Electoral para generar procesos, más o menos, limpios. Sin embargo, el ex presidente consejero del IFE no cumple con el criterio de la imparcialidad al ser juez y parte en un debate cuya mejor opinión han sido los resultados presidenciales de 2018.

Se ha señalado en múltiples ocasiones el pacto de colaboración corrupta y patrimonialista que tiene el organismo electoral y la partitocracia en México; esta situación es mucho más grave que el costo de las elecciones en nuestro país. La limpieza electoral ha tenido un nulo impacto en la construcción de la democracia, baste observar los niveles de violencia, marginación e impunidad que se han incrementado desde la profundización democrática que generó la creación del IFE. El Índice de Desarrollo Democrático, por mencionar una parametrización, ha marcado desde hace muchos años las características de imperfección que tiene el sistema político nacional. La amenaza contra la “transición mexicana” no la representa el presidente en este sexenio, siempre estuvo a cargo de los mismos consejeros ciudadanos que defendieron su cuota partidista y financiera en lugar de fomentar una cultura liberal y ética cívica en los gobernantes y partidos.

La retórica que defiende a ultranza el modelo de transición votada o democratización vía elecciones competitivas no ha sido capaz de entender el mensaje de las urnas en 2018. Sus representantes carecen de imaginación y creatividad para brindar opciones fuera del minimalismo procedimental y el contubernio legaloide con los partidos tradicionales.

La crisis de la democracia liberal es global y no sólo por el surgimiento de las diferentes autocracias. A los Consejeros Electorales les ocurre lo que a la neofascista Anne Applebaum que por autonombrarse liberales se adjudican todo tipo de arbitrariedad. Estados Unidos es incapaz de observar y enmendar su imperialismo, el INE no quiere ver su complicidad con un estado de partidos que ha saqueado y destruido al país.

Un arbitro cómplice de una democracia mafiosa no es más que un organismo electoral narcisista. Las elecciones de 2018 enviaron un mensaje que ha cimbrado las estructuras de poder fáctico en el país y se debe entender en verdad lo que los ciudadanos mandataron con su voto. La Transición Votada fue un pacto de impunidad neoliberal y su voracidad ha puesto al país al borde del caos, esa es la llamada de las urnas y la razón suficiente para apoyar la reforma electoral de MORENA y desaparecer una institución representativa del terrible estado de derecho que ha guardado México a lo largo de su historia.

El INE no sólo es un árbitro americanista sino estructurador de un sistema que permite el que el América le meta once goles a otro y todavía se atreve a medir la competitividad y el margen de victoria para decir que hacer trampa -y el ridículo- es un procedimiento democrático.

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