Última llamada
Dos cosas sucedieron entre los opositores. Fueron a la OEA y su candidato huyó.
No obstante que la OEA calificó la elección pasada fueron a quejarse por las “irregularidades” de la misma, las que consisten según ellos, en que el narco ayudó a MORENA a ganarlas, sobra decir que no han presentado ninguna prueba y que esa demanda debió haberse hecho en los tribunales, los que por cierto actúan en contra dl gobierno. Dígase de paso que un juez acaba de darle una suspensión a la orden de detención contra el diputado pederasta. Pero si acertaron en acudir ante Almagro, u n derechista que ayudó al golpe de Estado en Bolivia.
El candidato de la oposición decidió huir del país ante un requerimiento para presentarse ante un juez acusado por lavado de dinero y enriquecimiento inexplicable, o sea que alguien que no trabaja debe explicar como se vuelve archi millonario al grado de sostener casas en dos países y en ambos en zonas caras. El caso de Anaya es grave al extremo de ser señalado por los priistas como corrupto, eso duele.
La oposición está desesperada, no encuentra agenda, no encuentra apoyo social y se lanza a hacer el mayor daño posible, tal vez basado en la premisa de que un gobierno derrumbado es su garantía de triunfo.
Esa oposición todavía hará mucho daño hasta el 2024 cuando se derrumbarán por dos razones: No tendrán credibilidad, pero más importante, se harán pedazos entre ellos a la hora de repartirse las posibilidades del pastel, porque así como van, nunca ganarán las elecciones.