Xochitl Patricia Campos López
Probablemente bajo las estrategias salinistas de José Ángel Gurría, la ultraderecha y grupos de la inteligencia norteamericana, el Frente Amplio busca generar simulaciones y montajes para ganar puntos en las encuestas rumbo al 2024. El método blitzkrieg, sin embargo, como le ocurrió al propio Salinas, debe hacerse acompañar de legitimidad social y de ejercicio, algo que cada día pierde más el Frente Amplio. En lo que gana es en aproximarse a Frenaaa y, como tal, sus acciones quedan al descubierto con todo y la celeridad que imponen a sus terapias de riesgo.
El Frente Amplio obedece a la estrategia de un voluntarismo suicida que sólo busca la confrontación con el lopeobradorismo y la recuperación del control económico del presupuesto público. La pertenencia oligárquica del Frente Amplio se vislumbra a kilómetros, por más que pretendan confundir a la opinión pública contemplando la inclusión de perfiles populares.
La velocidad en las decisiones del FA-FRENAAA sólo confirma la subordinación a los intereses imperialistas y el descarte de los elementos que puedan bloquearlos. De ahí que la ciudadanía, la idea de una participación social y cívica, haya sido eliminada. Con ello se confirma que ni siquera ellos creen en la democracia procedimental vía elecciones. ¿Para qué tanta defensa del INE si incluso, en sus procesos internos, el FRENAAA-PRIANRD rechazan las reglas electorales?
La multiplicidad de fachadas que han empleado para construir el Frente Amplio/Frente Nacional Anti Amlo no forman parte de la sociedad civil ni de los sectores populares o de movimiento social alguno. Desde el principio, el sector empresarial neoliberal ha ejercido un poder vertical y autoritario. Aunque dicen que la mejor fórmula para derrotar a Morena es la ley de hierro micheliana, no debe olvidarse que ellos prometían ser cívicos; lo que debe tomarse en cuenta seriamente, pues, en caso de que Xochitl Gálvez alcanzara a ser designada como representante de esta Coalición Anti Amlo rumbo a la elección por presidencia de la república, la particular candidatura no quiere decir que la oligarquía mexicana tenga una sensibilidad especial por el pueblo. No son pueblo, no lo toleran y ya.
El Frente Amplio decidió comportarse de una forma oligárquica y secreta, van a cambiar de estrategia según la necesidad de alterar y sabotear al lopezobradorismo.
Debe destacarse la gran falacia de la retórica ciudadana y electoral que distingue al FA/FRENAAA, principalmente porque con ello confirman el montaje cultural que ha sido la INENOCRACIA y la Transición Democrática Vía Elecciones Competitivas. La ambición real por el poder, hizo que Claudio X. González rechazara, en automático, más intervención de la academia y exfuncionarios comprometidos con la “Democracia Votada”. Con su conducta, los del FA/FRENAAA demuestran la razón del Plan B, C y D del lopezobradorismo.
El INE no es impoluto, es inservible.
La vía procedimental de la democracia representativa que ha significado la transición mexicana durante la época neoliberal, no fue otra cosa que la ruta del intervencionismo imperialista. La transitología forma parte del Proyecto Camelot para desgracia de la ciencia política nacional, secuestrada por el colonialismo pedagógico.
El FA/FRENAAA se pone a disposición de la gran oligarquía continental y lanzará todo el arsenal de estrategias necesarias para reconstruir el neoliberalismo. Nunca hubo el mínimo respeto por la ciudadanía y, mucho menos, por el pueblo. No hay valoración ni siquiera por quienes, gracias a su formación académica, creían haber superado el estadio de la ciudadanía imaginaria. Para Claudio X. González los académicos liberales son fantasmas a quienes envía, como Luis Carlos Ugalde, a poner empresas, para que se transformen en sujetos existentes.
Para la memoria debe quedar también la “valiente” ciudadanía que obedientemente acepta el trato discriminatorio de Claudio X. González al mejor estilo Garza Sada: el que paga, manda. Si son ciudadanos, pero de la Edad Media. Al menos, el Maquio les decía “palomitas”y justificaba su barbarismo dirigente en oposición a una lucha frontal con el régimen y la pobreza, lo que terminó costándole la vida. El vasallaje ahora va por partida triple, y los ciudadanos imaginarios se pierden como en la Comala de Rulfo, ciudadanos fantasmas que se hacen fuego fatuo.
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