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Claudio X. quiere cambiar al PRI por Movimiento Ciudadano

Carlos Ramírez

De manera sorpresiva, el viernes pasado el jefe político del bloque opositor, Claudio X. González, hizo un movimiento estratégico que causó estragos al interior de la coalición, pero que dejó entrever un realineamiento de grupos con miras al 2024.

Con un tuit, Claudio X. lanzó una durísima crítica al PRI –uno de los tres partidos de la coalición Va por México– y provocó respuestas airadas del dirigente priista y de jefes de grupos priistas; ante las reacciones tricolores, Claudio X. no reconsideró el fondo de su crítica al PRI y sólo dijo que había priistas con los que se podía trabajar.

Las críticas de Claudio X. se dieron después de posicionamientos políticos de Dante Delgado Rannauro y Movimiento Ciudadano reiterando la disponibilidad de conversaciones políticas con la alianza, pero insistiendo en la argumentación que habría sido aceptada por Claudio X.: “con el PRI, ni a la esquina”, había sido el punto de partida de cualquier negociación de la coalición opositora con MC.

A lo largo de la semana, el bloque intelectual del grupo opositor insistió de manera concertada en señalar que MC sólo valía, cuando mucho, 8 puntos porcentuales y que esa cifra no le ayudaría al partido encontrar un mejor posicionamiento político por sí mismo, en tanto que MC podría aumentar en más de 8% su aportación a la coalición opositora porque podría jalar a su favor a votantes indecisos o ciudadanos que no se acercarían al bloque opositor en tanto el PRI estuviera en la alianza.

Como dato adicional, algunos analistas cercanos a la alianza opositora están utilizando la argumentación de que el PRI no es un aliado confiable y que podría estar en conversaciones secretas con Morena, además de los indicios de que muchos priistas no están convencidos de articular al PRI a un bloque opositor de ultraderecha dominado por los intereses empresariales de Claudio X., la alianza del PAN con el ultraderechista Vox-Yunque de España y evidencias del adelgazamiento del PRD a su mínima expresión por la entrega del partido nacido de la alianza de grupos cardenistas-comunistas en 1989 y su nueva ideología chuchista de muy evidente filiación neoliberal-salinista.

Las sorpresivas críticas de Claudio X. contra el PRI fueron entendidas por el grupo dominante de Alejandro Moreno Cárdenas como una llamada de atención de que se estaría replanteando la alianza opositora para sustituir al PRI por MC, sobre todo porque no hay mucha diferencia en votos entre los dos partidos, porque la organización de Dante Delgado tiene dos muy sólidas gubernaturas que puede refrendar y que sigue el trasiego de priistas progresistas –que todavía existen– del PRI a MC.

Después de la pérdida de la gubernatura del Estado de México, el PRI entró en un achicamiento evidente que no le está aportando votos ni bases a la coalición opositora, además de que la dirigencia de Moreno Cárdenas ha provocado la salida o el deslindamiento de priistas por los mensajes de que el reparto de posiciones plurinominales será menor y estará decidido por el voluntarismo de su presidente nacional.

La encuesta publicada por el periódico español El País fue otro elemento que contribuyó a que los estrategas de Claudio X. comenzarán a moverse para establecer puentes de negociación política con Dante Delgado y los liderazgos de MC, aunque el punto inflexible de los emecistas siguió siendo el de negarse a cualquier posibilidad de alianza si el PRI seguía participando en la coalición.

Y aunque la coalición ya fue registrada en el INE solo para efectos de la elección del líder del Frente Amplio, la corriente dominante de Claudio X. se está jugando el todo por el todo a favor de la figura mediática y contestataria de la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, dejando muy atrás a las dos únicas y menguadas figuras priistas: Beatriz Paredes Rangel y Enrique de la Madrid Cordero.

Pero en círculos cercanos a Claudio X. dicen que la decisión está cerca: sustituir al PRI por MC.

Política para dummies: La política se basa en el engaño.

El contenido de esta columna es responsabilidad exclusiva del columnista y no del periódico que la publica.


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