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El Episcopado Mexicano y su defensa del INE-Habsburgo

Diego Martín Velázquez Caballero

La democracia vía elecciones competitivas en México, la larga transición votada, murió a causa de no producir ninguna mejora para el país, específicamente de no incidir o certificar el desarrollo de la calidad de la democracia. Después de 2006, Lo que se ha evidenciado es que la arena electoral forma parte del patrimonialismo burocrático que no quiere cambiar y que, frente a la crisis del mundo postcovid, no comprende la necesidad de reconstruir el estado nacional. El INE/IFE fortaleció la discrecionalidad, las concertacesiones, el feuderalismo caciquil y la corrupción. La vía electoral sólo alcanzó para las democracias delegativas que tanta ingobernabilidad producen en Latinoamérica, los consejeros electorales -sobre todo después de Woldenberg- nunca se preocuparon por desarrollar las bases de la democracia liberal capitalista en la sociedad y, sobre todo, en los gobernantes. El INE/IFE representa el fracaso democrático en México.

Para poder analizar la intervención de la CEM en lo que trasciende al INE, es importante observar el modo en que el PLAN B afecta los intereses de los prelados y burocracia clerical. Lo que afecta a los religiosos importantes del país, es que la reforma electoral perjudica a las burocracias doradas -incluida la del INE- y quita el espacio de influencia a los organismos e intelectuales de la derecha mexicana. La intransigente catolicidad intenta mantener sus territorios de influencia, aquellos que le permiten cabildear y gestionar en la evolución del país. Algunos de los consejeros del INE mantienen nexos importantes con los propósitos geopolíticos de la Santa Sede, pero también de las clases económicas que se beneficiaron del modelo neoliberal. Lorenzo Córdova representa más lo que los sociólogos latinoamericanistas llaman el “Modelo Habsburgo”, es decir, el orden feudal, patrimonialista, caciquil, sustentado en el sistema de castas ibérico y, sobre todo, en la explotación de una masa empobrecida sustentada en el hambre milenaria. ¿Y no entienden las razones de que el populismo tenga patente latinoamericana? Loris Zannata, en la revista de la UNAM, explica las profundas raíces del populismo jesuita. El catolicismo es tan populista, o más, que AMLO; con una diferencia, el lopezobradorismo busca regenerar el Estado Mexicano y la catolicidad sólo piensa en el Absolutismo Espiritual del Sacro Imperio Romano Germánico que, a veces, ni los mismos Habsburgo entienden, como es el caso del pobre tonto austriaco que trajeron a México para impulsar otra Contrarreforma.

Durante la larga transición electoral el capital político de la Iglesia católica se amplió a demasiadas instituciones del sistema político mexicano; además, la naturaleza intervencionista del catolicismo integral intransigente de la Santa Sede se deja sentir en varias partes. La reforma de Morena busca apartar al INE de los poderes fácticos. De ahí la queja de los altos burócratas del clero católico mexicano, que están defendiendo sus canchas y no quieren perder capital, influencia y presupuesto.

El politólogo Fredo Arias Kung ha establecido sendas críticas a la democracia cristiana en Latinoamérica y particularmente en México por su incapacidad y complicidad para inhibir una sociedad liberal, capitalista y moderna. La burocracia eclesial en México se vincula con oligarcas, narcotraficantes, empresarios abusivos, caciques, autoritarismo y populismo: ¿Le interesó a Onésimo Cepeda y Marcial Maciel la cuestión de la democracia?

Sólo hay que rastrear un poco en el linaje de la alta clerecía para entender su apego al Modelo Habsburgo de la Hacienda Feudalista. La Burocracia Eclesial y la democracia cristiana son los menos interesados en una transición democrática en verdad, las rupturas históricas anularían su capacidad de intervención, gestión y manipulación.

El CEM usa el pensamiento político del nacionalismo católico apegado más al fascismo que a la democracia, no les importa que el país se desarrolle, sino que México siga bajo su control. Incluso en la CEM prevalece en el pensamiento político anterior al Concilio Vaticano II y ni por asomo se enteran de lo que Mario Bergoglio busca para cambiar el catolicismo global. La defensa del INE que hace la CEM resultará respetable cuando atiendan primero al Papa Francisco y la Teología de la Liberación.

Hacia 1924, la rebelión delahuertista -apoyada por el alto clero- terminó provocando una división más que profunda en las fuerzas armadas y, al mismo tiempo, la influencia de los Estados Unidos en los asuntos de la sucesión política. Posteriormente, los obispos mexicanos manipularon el conflicto cristero para introducirse en el sistema político y cohabitar con la Familia Revolucionaria, convivencia que siguieron hasta alcanzar el poder en el 2000 para consolidar el Modelo Habsburgo de sociedad y evitar la consolidación democrática.

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