Xochitl Patricia Campos López
El cambio de perfil en el genio del Big Tech, Elon Musk, no puede pasar desapercibido para México. El dueño de Tesla ha devenido en ser el progresista tecnócrata para convertirse en el Ingeniero Cibernético de los fascismos alternativos. El miedo a la competencia económica de China ha generado una perspectiva reaccionaria en Elon Musk que incluso aterra a Steve Bannon y los nacionalistas cristianos. Musk se encuentra a medio caballo entre el fascismo reaccionario y el tecnofeudalismo contemporáneo. Para México la cuestión complica la vecindad con Donald Trump y el republicanismo ultrarecargado WASP. ¿Qué será más peligroso?
Aunque Elon Musk no ha opinado directamente sobre narcotráfico, migración o seguridad norteamericana; algo que si ha dicho, es que sus empresas –con el apoyo de la Casa Blanca- deben tomar los recursos naturales y humanos de donde sea para que la recuperación de los Estados Unidos sea inmediata. Esta situación provoca mayor vulnerabilidad de las condiciones mexicanas frente al nuevo gobierno de los Estados Unidos. Los nuevos plutócratas están dispuestos a tomar los medios que necesitan sin previo consentimiento del derecho internacional y la soberanía de los países.
La Revolución de Atlas, representada por los ultrapoderosos como Elon Musk, afectará a países como México. El darwinismo económico y tecnológico ha tomado una velocidad inusitada, el escenario advierte que la contemplación puede resultar costosa. Para algunos, el apego al proyecto trumpista es semejante a concederle carta blanca a Hitler como ocurrió en 1936; por otro lado, el probable Stalin habla un lenguaje incomprensible y tiene el cerebro extraviado en el nadismo animista.
Para China, nunca es demasiado pronto; en cambio, México tiene que plantearse una estrategia inmediata de relación con Estados Unidos que convoque al mayor número de actores individuales y colectivos. La política de unidad nacional también puede significar una gobernanza que atempere algunos conflictos por el momento. La reunión de la Presidenta Sheinbaum con los gobernadores de México representa un curso adecuado frente al escenario inmediato; ojalá que las cosas sean dimensionadas correctamente por los caciques regionales que han estructurado el feuderalismo que ha puesto el país de cabeza y lo hace tan endeble frente al extranjero. Musk representa la fuerza y amenaza del poder que la educación moderna representa, algo para tener presente en México.
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