Última llamada
A veces los economistas tiene razón, pero también se trata de profesionistas que se casan con alguna teoría o modelo para manejar al mundo y ahí casi siempre se equivocan, vean si no el caso de los neoliberales que prometieron que sufriríamos solo un poco, y nos recetaron un modelito que nos empobreció y seguimos sufriendo las consecuencias por más de 4 décadas. Lo que es poquito comparado con la edad de la civilización.
El manejo de la inflación está guiado por los principios de los monetaristas, que creen que se puede controlar el aumento de precios interviniendo para manipular la oferta y la demanda por medio del manejo de la masa monetaria. Seguro algún monetarista me reclamará por esta síntesis.
Una de las formas de alterar esa masa es por medio de las tasas de interés que pueden encarecer los préstamos, eso frena las compras y forza la baja de precios, esto puede ser cierto para algunas actividades.
Pero resulta que hay una masa de dinero no controlada por los bancos centrales que son los que manipulan las tasas de interés, y es el dinero sucio, o sea el que se relaciona con actividades criminales, el tráfico de drogas, trata de personas, robos de todo tipo, etc. Agréguese el dinero evadido de los sistemas fiscales y también el manejo de capacidad de compra que no está basado en dinero o metales, como el crédito emitido por los bancos y hasta las nuevas criptomonedas.
Y así tenemos que las autoridades tienen que tratar ante variables inciertas, porque no saben cuánto dinero sucio circula o ante eventos inesperados como la guerra contra Rusia en Europa.
La economía no es una ciencia exacta, en una de esas ni a ciencia llega, y al parecer no saben lidiar ante variables inesperadas e inciertas, de ahí que las ortodoxias causan más problemas de los que resuelven.