Xochitl Patricia Campos López
Los Demócratas están diseñando una estrategia política nueva por la Casa Blanca, a partir de la definición partidista de la actual vicepresidenta norteamericana. La candidatura presidencial demócrata remite al progresismo afroamericano en modo indiscutible. El fenómeno francés puede tener una réplica en la Unión Americana.
La presidencia de Barack Obama inspiró muchas esperanzas en su momento; no cabe duda que su inclusión en la historia sacudió el status quo de los WASP en el centro del imperio yanqui; sin embargo, Obama hizo poco por conducir un gobierno socialdemócrata, apaciguar el poder imperialista norteamericano y aminorar el peso de Estados Unidos en la vecindad con México. ¿Qué puede hacer diferente Kamala Harris? ¿De qué manera plantearán los demócratas una campaña disruptiva que no termine por inclinar la balanza hacia el conservadurismo republicano?
La tarea de Kamala Harris consiste en renovar el liberalismo político y la democracia global en un sentido menos imperialista, cumplir con las metas que Barack Obama no pudo desarrollar y construir una vecindad menos agresiva con México.
El liberalismo constituye una escuela civilizatoria que perdió neutralidad al convertirse en dogmas; sobre todo, de tipo económico. Harris tiene que reconstruir y rescatar el liberalismo y proponer una gobernanza global multicultural más democrática que progresista, por ahora.
Los grandes magnates del neoliberalismo se han convertido en oligarcas del mundo que lastiman profundamente la humanidad. El control mundial desde Elysium o Venus no puede ser, Kamala Harris tiene que hacer terrenal el poder económico y jugar a nivel de cancha con el multiculturalismo. No es la retórica de la globalización sino la del globalismo lo que salvara al planeta.
Replantear la democracia liberal es el propósito del Partido Demócrata para modificar la hegemonía de los Estados Unidos en un estilo pacífico y ético. El intervencionismo de la Casa Blanca en los recientes sucesos con el narcotráfico mexicano fue indigna, pero al menor costo posible y sin los misiles trumpistas; lo que debe agradecerse. Aunque falta ver si esto sirve para algo.
Kamala Harris está en la antesala de una irrupción histórica más profunda y trascendente que la planteada por Barack Obama; empero, depende de la calidad y posibilidad de sus compromisos con amplios sectores sociales multiculturales dañados por el neoliberalismo.
Comments