Xochitl Patricia Campos López
Albert O. Hirschman establecía que la voz es importante en todo tipo de organizaciones para mantener la perspectiva funcional. Incluso en regímenes autoritarios, la capacidad auditiva resulta importante para observar la realidad de un modo diferente. Paradójicamente, los autoritarismos competitivos también escuchan. La voz crítica, señalaba el economista alemán, incluso facilita el desarrollo de la innovación y creatividad. En las empresas sometidas a la dictadura del mercado, la voz resulta más que significativa para evolucionar y adaptarse; contrario a lo que se piensa, las quejas son una muestra de lealtad, de quien no desea abandonar el consumo de un determinado producto y, simplemente, saltar a otro.
El sesgo de negatividad en la economía contribuye a la aparición de los nichos de oportunidad y competencia. Ambas situaciones nutren también la democracia. En escenarios donde la voz se apaga, donde la crítica se ridiculiza, donde no se le aprecia, la dinámica social se degenera. Los autoritarismos no competitivos son los espacios donde la vida se pudre, la competitividad se mata y se genera el anquilosamiento. El pluralismo y la divergencia son cosas de la naturaleza más que de la democracia.
Necio, bruto, intransigente, narcisista y obtuso son referentes menores para definir a un gobernante autoritario incompetente. Un cacique por ejemplo. El PRI feneció cuando su capacidad para escuchar fue socavada. En 1968 el diazordacismo contribuyó a que el régimen iniciara la etapa solipsista que lo llevaría a su fin. Ahora, sólo Emilio Uranga promovía el nacionalismo revolucionario y la gobernanza.
Aunque la represión fue una característica del oficialismo desde 1929, esta se hizo quirúrgica al paso del tiempo, contra los cacicazgos por ejemplo, después de Díaz Ordaz siguió la locura y así continuó hasta Enrique Peña Nieto.
La voz, la crítica, constituye un remedio contra los excesos. En ciencias sociales, la teoría frankfurtiana representa un artilugio indispensable para evitar la alienación y enajenamiento. El departamento de quejas es tan útil, o más, que el estudio de mercados.
Existe un sesgo de negatividad importante que debe ser considerado en los nichos de oportunidad del siguiente sexenio. Constituye un enorme signo de brutalidad el que se implementen el fundamentalismo y sectarismo en Morena; además, ni siquiera es característico de los verdaderos fundadores sino de los recién llegados. Los tránsfugas están adelantándose, como siempre, a los idealistas. Los móndrigos especialistas en vestir al rey desnudo.
Existe un peligroso halo de autismo alrededor de Claudia Sheinbaum. El caudal de votos a su favor implica, sobre todo, una sobrecarga de demandas populares que exigen la reinvención de la gobernanza. De ahí la importancia de la responsabilidad en la victoria, el conquistador se tiene que hacer cargo del conquistado. Morena será el único límite que tendrá Morena, al menos hasta que Estados Unidos lo permita. Si la crítica duele, el realismo mata.
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