Puros cuentos
Pericles
Mr. Blue entró al edificio de la financiera de traje y con un portafolio. Con zapatos viejos y lustrados, caminó lentamente hacia el mostrador de las cajeras y dijo: “Quisiera hablar con el gerente” mientras se quitaba los lentes oscuros. Nadie de las cajeras le respondió o lo volteó a ver. Mr. Blue, repite lo dicho pero con un tono más alto, y pasa lo mismo. La gente que estaba en fila hace como que no lo ve y cierran espacios entre ellos para evitar robo de lugar. Mr. Blue entonces se dirige a uno de los escritorios y repite lo ya dicho. Sin levantar la vista, la persona sentada le responde en forma mecánica: “dígame, en qué le podemos servir “ entre afirmación y pregunta. Mr. Blue dice: “Es un poco complicado, ¿me puedo sentar?” “Claro, adelante” dice el del escritorio, ya levantando la vista y esperando a ver que se le ofrecía. Mr. Blue, balbuceando dice: “Es que cuando era niño, yo me acuerdo que todo era diferente y” “Disculpe pero ¿qué se le ofrece?” dice el del escritorio cortándolo. Mr. Blue, reacciona abriendo su portafolio y sacando unos documentos a mostrar. Se los da al del escritorio y cierra el portafolio . El Sr. Martínez que no era el gerente y que tampoco lo aclaró, empieza a leer los documentos que claramente habían sido producidos por la financiera años atrás. Después de un momento, Martínez se arregla la corbata y dice: “Disculpe ahora regreso” Mr. Blue, se queda sentado a esperar respuesta con su portafolio en su regazo. Martínez sube al segundo piso en el elevador y se dirige a la oficina del Sr. Anchondo que en ese momento se encontraba en el teléfono. Martínez sentado en la salita de espera, siguió leyendo los documentos y atestando que eran originales. Anchondo cuelga el teléfono y le hace una seña a Martínez que entre a la pequeña oficina-cubículo. Martínez, sin decir nada le entrega los documentos y Anchondo los empieza a leer rápidamente y dice: “¿Son originales?” “Así parece “ responde Martínez. Anchondo, se arregla la corbata y dice : “espérame “ Anchondo toma el elevador al tercer piso y se dirige a la oficina de la Sra. Arroyo que en ese momento no estaba haciendo nada. Su secretaria dice: “La Sra. Arroyo en este momento está en una junta, ¿desea esperar?” Anchondo ,sin responder le enseña los documentos a la secretaria y después de leer parte dice: “Déjeme ver, parece que la Sra. Arroyo ya se desocupó “ La secretaria entra a la oficina de la Sra. Arroyo y dice: “El Sr Anchondo quiere hablar con usted” “¿De?” dice Arroyo limándose las uñas. La secretaria le entrega los papeles y Arroyo se recarga hacía atrás en su silla ejecutiva y empieza a hojear los documentos. Sin decir nada, Arroyo se levanta y dice : “Ahora vengo” Arroyo, sale rápidamente de su oficina y sin voltear, se dirige directamente a los elevadores y sube al cuarto piso. Al abrirse las puertas del elevador, Arroyo encuentra un mostrador corporativo con 3 secretarias, que inmediatamente le preguntan que con quién tiene cita. Arroyo, que nunca había estado en ese piso dice: “Disculpe no tengo cita, pero tengo que hablar con el Sr Gordillo” y agregando sin que se lo pregunten y para evitar la pena dice: “Soy Carmen Arroyo de finanzas” La secretaria que respondía al pedido, extiende la mano como exigiendo los papeles, que Arroyo entrega inmediatamente. La secretaria los revisa y a su vez se los enseña a la secretaria de más edad, la cual después de ponerse sus bifocales que traía colgados, lee la primera hoja y dice: “Espere” Arroyo se tiene que esperar parada y sin dejar ver su enfado por la espera. Después de un rato, regresa la secretaria de los bifocales que al quitárselos y con los papeles en la mano dice: “¿…quién se los dió?” “El Sr. Anchondo los llevó a mi oficina” responde Arroyo. La secretaria dice: “los documentos son originales y las cuentas son existentes” en tono medio acusatorio y continúa: “Pase por aquí por favor” le indican a Arroyo. Arroyo sigue a la secretaria por un largo pasillo, llegando a una sala de juntas, cuando le vuelven a indicar: “espere aquí, que el Sr Gordillo vendrá en un segundo” Arroyo agradece y se sienta. Después de una hora, entra Gordillo hablando por teléfono diciendo: “hay que finiquitar la deuda con los intereses incluidos antes del día primero ¿ok?” y cuelga. Gordillo ya sentado dice: “La Señora García me explicó lo de los documentos y parece que hay un problema “ Arroyo sin responder, da pie a que Gordillo continúe: “y el problema es que los documentos son originales, por lo que acabo de hablar con Sánchez del departamento legal a ver que se puede hacer” “Por lo pronto” siguió explicando Gordillo lo intrincado del proceso y termina: “por eso va a tomar tiempo y ver la aprobación final de la oficina central “ Entendiendo el mensaje, Arroyo se levanta, da las gracias y camina hacia la puerta de la sala de juntas cuando oye la pregunta: “Disculpe ¿cómo se llama usted?” A lo que Arroyo se repite: “Soy Carmen Arroyo de finanzas Sr. Gordillo” Gordillo sin decir nada, vuelve a sacar su teléfono como terminando oficialmente la sesión. Arroyo llega al los elevadores y dice un gracias a las secretarias del mostrador corporativo, sin encontrar respuesta. Al entrar al elevador y marcar su piso correspondiente, se arregla el vestido y compostura. Mientras Mr. Blue, duerme sentado en espera continua. El mismo mensaje baja en cascada hasta Martínez que cuidadosamente despierta a Mr. Blue que en realidad se llamaba Pedro Pérez . Al mismo tiempo que Pérez se está despertando y le están ofreciendo un café, Gordillo en el teléfono dice: “Mr. Wilson we have a problem” Martínez hasta le ofrece galletas con el café que Pérez rechaza. Martínez le explica lo de la espera, a lo que Pérez dice: “me esperé tantos años, por que no unos días o semanas más” le dice resignado a Martínez que responde con una sonrisa. Gordillo oye de Wilson: “I see, so just lose the documents Gordillo” con acento. Pérez se levanta y dice: “Gracias” y como reflexionando dice: “Lo bueno es que tengo copias originales y notariadas de los documentos” Martínez no responde y le da la mano con una sonrisa neutral de despedida. Retirándose Pérez, se acerca una de las cajeras y le dice a Martínez: “¿quién es ese señor que estuvo esperando y se quedó dormido?” Martínez cerrando el círculo dice: “Es Pedro Pérez un mecánico que tiene un taller que se llama Mr. Blue y trajo unos papeles que le adjudican $20 millones por una cuenta de ahorro abierta hace más de 50 años, ya con intereses reinvertidos y que quería su dinero” Van comer
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