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Sarcasmos

Expresar matemáticamente el Absoluto fue la misión que se impuso el indio Srinivasa Ramanujan. “La historia del matemático Srinivasa Ramanujan no puede contarse sino con un halo de mito, de asombro, como se suelen contar las vidas de los artistas: nació en 1887 en una familia Brahmana (casta sacerdotal), y no tuvo acceso a educación formal sino hasta la edad adulta. Para entonces, Ramanujan ya había desarrollado una compleja y fascinante obra, que sigue siendo desentrañada hasta nuestros días por científicos de diferentes ramas.

Algo que llama particularmente la atención sobre Ramanujan, aunque no tengamos conocimientos avanzados de matemática, es cómo la imaginación y la espiritualidad forman parte indivisible de sus razonamientos. Se trata de una obra que cimbró los cimientos de disciplinas que su autor ni siquiera había estudiado, algo que podríamos tildar de milagroso, a costa de dejar de reconocer la laboriosidad extrema de Ramanujan, quien produjo cambios importantes en las matemáticas teóricas aportando nuevas soluciones a viejos problemas.

En su libro de 1991 The Man Who Knew Infinity ( vuelto película en 2015, vela gratis en https://www.youtube.com/watch?v=8WwLPep9xNg )

Robert Kanigel explica la particularidad de Ramanujan en el ejercicio de las matemáticas como una forma de expresar conceptos espirituales, filosóficos incluso, relacionados con la divinidad y con una absoluta devoción a ella. Aunque nació en un contexto donde la religión forma parte de la vida diaria de millones de hindúes, su interés abarcaba el pensamiento religioso de muchas otras culturas.

La intención de Ramanujan, interrumpida por su muerte a temprana edad, fue nada menos que la de formular el Absoluto, dios o dioses, de manera matemática; una intención análoga a la del físico con respecto a un fenómeno natural cualquiera.

En un afán parecido a la famosa teoría del campo unificado de Einstein, Ramanujan trabajó para crear una “teoría de la realidad”, estrechamente basada en la forma que el pensamiento religioso hindú conceptualiza la función del cero. Según dicho acercamiento, el cero no equivale a la nada o al vacío, sino a lo que Spinoza llamaría una “potencia”. A la noción de este cero como algo potencial Ramanujan contrapone (o multiplica) lo infinito, “todos los números, o cualquier acto individual de creación”, cuyo campo abarca precisamente el todo.

Al multiplicar el infinito (∞) por cero (0): ∞ x 0 = “la miríada de manifestaciones de esa realidad”.

Puede parecer abstracto, y parece una simplificación excesiva por diversos frentes, pero podemos aproximarnos a su interpretación de una forma menos árida pensando que la realidad es simplemente lo que hacemos de ella, tanto en nuestra posición de realizar “cualquier acto individual de creación”, como en el hecho de que formamos parte de todo lo creado. Otra forma de decirlo es que la realidad es aquello que ocupa su propio lugar: ese vacío pleno, esa nada desbordante en la que transcurre la vida.”

S. Ramanujan, el hombre que tenía el infinito en sus manos

Adriana Sylvia Narvaja “Gracias a su mención en el programa televisivo “Alienígenas Ancestrales” y a la hermosa película “El Hombre que conocía el Infinito”, profundizamos en la información sobre Srinivasa Ramanujan, el matemático indio que aún no ha sido superado debido a su genial visión de esta disciplina, que se aplica hoy en los cálculos más complejos.

A pesar de haber padecido discriminación y haber sufrido el alejamiento de su patria, en Cambridge, Inglaterra, pudo dejar un legado que aún hoy no ha sido completamente descifrado. Gracias al profesor Hardy, quien creyó en él, su obra pudo ser conocida y admirada. Su muerte temprana no opacó la enorme genialidad de su espíritu, ni tampoco su profunda espiritualidad.

“El matemático indio S. Ramanujan Las manifestaciones espirituales de la India suelen estar envueltas para el occidental en gran obscuridad. Apenas si comprendemos bien algunas ideas religiosas. Hay una excepción admirable. Es la matemática. Todo el mundo sabe el gran desarrollo que las ciencias matemáticas han tenido en la India. No es ya posible hoy explicar esto por influencias griegas, que se supone acaecidas en la Antigüedad. (Puede verse, acerca de esto, la obra de Goblet d’Alviella: “Ce que rindie doit á la Grece”, París, 1897.) El impulso matemático de la India es original y constante. Aryabhatta dio para valor de pi 62.832 dividido por 20.000, grado de precisión que no fue alcanzado por los griegos. Brahmagupta estableció para el área de todo cuadrilátero una fórmula de la que se obtiene como caso particular la que hoy se utiliza para área del triángulo en función del semiperímetro y de los lados. Y así múltiples ejemplos. En nuestros días, Srinivasa Ramanujan (1888~1920) ha hecho florecer de nuevo para su país la gloria matemática. El profesor inglés Hardy, con quien Ramanujan trabajó últimamente en Cambridge, ha editado un libro con sus trabajos de más interés (“Collected Papers”, Cambridge, 1927). La actividad matemática de Ramanujan se concretaba a la teoría de números y de las fracciones continuas. Estas cuestiones han sido dejadas un tanto al margen por la matemática moderna. Pero responden mejor que otras a las contribuciones indias de los siglos pasados. Ramanujan, aunque vivió muchos años en Inglaterra, siguió, pues, las tradiciones matemáticas del Oriente.”

Fuente: La Gaceta Literaria, Ibérica, Americana, Internacional, Letras, Artes, Ciencia, Madrid 15 de noviembre de 1928, N°46 – Director Fundador E. Giménez Caballero.


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