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Superman ¿la imposible lucha contra las drogas?

  • fermarcs779
  • Mar 18
  • 2 min read

Xochitl Patricia Campos López


La captura del expresidente filipino Roberto Duterte, político cercano al liberalismo de derechas, aunque también con una veta populista, muestra las dificultades propias de los países subdesarrollados para enfrentar la geopolítica de las drogas. Duterte ejerció una política autoritaria contra las drogas y personajes involucrados, y la coacción extremista fue acusada por el expresidente norteamericano Barack Obama. Sin embargo, este acto fue respondido por el político filipino, quien calificó el señalamiento del demócrata norteamericano como una hipocresía.

Con la contradicción entre las acciones de Duterte y los señalamientos norteamericanos respecto a la protección de derechos humanos, se pone de relieve la profunda disputa global entre los grupos que favorecen el libre consumo de drogas y los estados nacionales. Filipinas había sido condicionada, como lo es México, para detener el trasiego y consumo de psicotrópicos, debido a su importancia regional. El problema demanda grandes acciones, pero el marco legal y demócrata liberal genera obstáculos para alcanzar los índices que Estados Unidos exige para certificar a los países catalogados como estados narcotraficantes. ¿Cómo espera el mundo liberal que los países luchen contra el fenómeno de la droga?, ¿Es la situación de Duterte el escenario que le espera a Bukele?, ¿Para México, García Luna representa el destino de los actores que colaboran con el imperio yanqui para equilibrar el faccionalismo de los cárteles?

Después de lo ocurrido en el estado de Jalisco con los campos de exterminio, la situación de las políticas públicas para atender la problemática de las drogas y las demandas de la administración republicana de Donald Trump resulta complejo. Acaso el punto óptimo lo representa la legalización de las drogas y que los gobiernos nacionales apoyen las medidas de salud básica para los consumidores, tal como ocurre con las externalidades y efectos colaterales que provocan otros insumos humanos semejantes a las drogas.

Distintos gobiernos en México han establecido la importancia de las campañas de prevención y readaptación respecto del consumo de drogas. La provisión de los aspectos demográficos es una de las mejores prospectivas para anticipar y construir el futuro. Estados Unidos como principal país consumidor de drogas en el mundo, debería ser certificado en su nivel de atención a las campañas preventivas y de salud respecto del fenómeno droga. Y como ocurre con los funcionarios públicos de los países responsables del trasiego de drogas, los políticos norteamericanos también deberían ser sometidos a juicio por tribunales internacionales por incumplimiento de protección a sus ciudadanos.

 
 
 

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