última llamada
Los conspiranoicos ahora manejan que las vacunas son para programar el asesinato de los vacunados, esto se asocia con su campaña contra el uso de cubre bocas. Es inútil repetir las tonterías al respecto. Siguiendo su consejo podríamos sugerirle al personal médico que dejen de usar cubre bocas en los procedimientos médicos ya que son inútiles.
En el debate mundial sobre el tema, se ha demostrado que muchos de los contagiados y muertos carecían de vacuna, y algunos en su lecho de enfermo grave reconocen el error y llaman a sus seguidores a que se vacunen, pero como bien dicen: palo dado ni dios lo quita, y el daño está hecho.
El modelo francés parece pertinente. Respetemos el derecho a que no se vacunen, pero al mismo tiempo evitemos que sean una fuente de contagio, así que mientras ejercen su libertad como individuos, el gobierno les prohibirá la entrada en escuelas, teatros, trenes, etc., a menos que muestren una prueba de no contagio, lo justo es que esa prueba la paguen ellos.
Agreguemos nosotros, que en pro de su libertad firmen un compromiso de que en caso de enfermar liberan al gobierno de la responsabilidad de curarlos y ellos se hacen responsables de los gastos médicos.
Así todos contentos, los anti-vax se arriesgan a su propio costo y los demás estamos protegidos.
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